10.10.05

Edición nº 199, 10-10-2005

Boletín ICONOTUR - Edición nº 199, 10-10-2005
Año VI

Índice de esta edición:
El comentario de Pau Morata:
* ¿RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA?

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El comentario de Pau Morata:

* RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA Y TURISMO
Es la expresión de moda que emplean determinados accionistas de referencia y dirigentes de grandes empresas, entre ellas algunas del sector turístico. También la utilizan algunos profesores -no todos, por suerte- de escuelas de negocios. Y, finalmente, muchos directivos de entidades financieras, que en el caso de las cajas de ahorro parecen intentar distraer la atención sobre sus abultados sueldos y otras cuantiosas percepciones por su pertenencia a consejos de administración de las más grandes empresas que controlan la mayoría de servicios de primera necesidad y suministros de energía, en el caso de España.
UNA MODA ¿PASAJERA?
La aludida Responsabilidad Social Corporativa -así en mayúsculas, que impresiona más- viene a ser la varita mágica que sirve para que determinados personajes se justifiquen -cual si tuvieran mala conciencia- de los muchos beneficios que sus empresas obtienen. Y dicen que devuelven a la sociedad aquello que de la sociedad han obtenido.
Hay, por supuesto, quienes se lo creen a pies juntillas, haciéndoles así el inmenso favor de convertir en casi hermanas de la caridad a los que antaño eran calificados “capitalistas”, en el sentido despreciativo de la palabra.
LA IMAGEN COMO FINALIDAD
Pero no es trigo limpio todo lo que circula bajo la etiqueta de la llamada Responsabilidad Social Corporativa y ni siquiera se trata de casos de mala conciencia. Es una herramienta más, que se ha puesto de moda, para potenciar la buena imagen empresarial. Incluso algún teórico lo ha dicho claramente: así como en los años 80 y 90 estuvo de moda basar la imagen en la identidad corporativa y la comunicación, hoy lo está en hablar de la Responsabilidad Social Corporativa, que sus utilizadores escriben siempre en mayúsculas y a veces abreviado en las iniciales RSC. De la primera manera le otorgan una supuesta dignidad y con la segunda intenta darle un halo casi mágico para quienes no están al loro, o en la pomada, dicho en términos populares.
EXCESO DE CODICIOSOS EN EL SECTOR TURÍSTICO
Centrando en el sector turístico el tema de la supuesta “responsabilidad social corporativa” -en minúscula, como debería escribirse- para no engañar a los que andan despistados -que son la inmensa mayoría- produce vértigo el uso y abuso que se está haciendo en los últimos meses.
Cual socialmente responsables benefactores de la sociedad se nos presentan personajes cuya codicia y talante tiene poco de responsable y menos de social, en el sentido habitual que suele darse al término.
Es innegable que la responsabilidad social de cualquier empresa -dejando de lado, por un momento, lo de “corporativa”- empieza por cumplir su función de instrumento para generar beneficios casando la demanda con la oferta, sin mala conciencia que valga -porque las empresas son organizaciones lucrativas por definición- a no ser que se aprovechen situaciones cercanas a la “explotación”, o claramente de opresión.
RASGOS Y SIMILITUDES CON EL COLONIALISMO
Hay empresarios -entre ellos algunos de los que dejan que sus directivos pregonen la “RSC”- cuyo comportamiento guarda semejanzas y parecidos con el que utilizaron, en su momento, los depredadores que colonizaron la mayor parte de África, de la América Latina o de algunas partes de Asia.
En la expansión turística multinacional protagonizada por empresas del mundo occidental -entre ellas algunas españolas, obviamente- sobran connotaciones y rasgos de corte colonialista y de aprovechamiento del subdesarrollo de los destinos emergentes, y se echa en falta un espíritu empresarial y comercial menos codicioso en pos del aprovechamiento de fáciles y rápidos retornos de sus inversiones en países poco desarrollados.
MÁS TURISMO JUSTO
Aquellos empresarios que realmente piensen que pueden permitirse devolver a la sociedad parte de lo que de la sociedad han obtenido -que no es lo mismo que aquello que la sociedad les ha proporcionado: la diferencia de matiz es abismal- deberían intentar que su actuación empresarial obtenga menos beneficios con sus actividades turísticas en los núcleos sociales donde se implantan y operan, de modo que sean éstas las que puedan mejorar su nivel de desarrollo socio-económico de manera adecuada.
Menos palabrería, en definitiva, sobre “RSC” y más turismo justo. Menos alardear de “Responsabilidad Social Corporativa” y de fundaciones destinadas a desgravar fiscalmente abultados beneficios y más turismo justo. Menos proximidad a unos gobernantes a veces más próximos a ellos que a los intereses colectivos de quienes padecen subdesarrollo y miseria colectiva, excepto en el caso de unas minorías dirigentes que se convierten en aliados cuando no en socios locales.
P. Morata
ICONOTUR